Garabatear ha sido para mi una actividad básica en mi desarrollo personal. Desde que puedo recordar, he continuado haciendo garabatos sin pensar en lo que estaba dibujando, como una manera de escuchar pasivamente a lo que estaba presenciando en ese momento. Como pequeño estudiante, en el colegio, solía pasar las clases escuchando de esta forma al profesor, mientras la mitad de mi cerebro navegaba por paisajes y mundos distintos, sin por ello mantener otra parte de mi concentrada en lo que el profesor decía. Resulta que, mientras dibujo, consigo concentrarme de una manera indirecta, ayudándome a retener la información sustancial y discriminar la que no me importa.
Actualmente, garabateo en ocasiones cuando, pensando que hacer en algún proyecto en el trabajo, al no encontrar salidas necesito evadirme o alejarme de ello, siendo garabatear o pasear la mejor solución para desatascar el proceso.
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| garabato que hice hace dos días en el trabajo, mientras pensaba como solucionar un problema. |
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